Muchos planes de SEO fallan antes de empezar. No por falta de dinero. No por problemas con el cliente. Tampoco porque Google sea impredecible.
El error real está en cómo pensamos la estrategia.
Veo seguido que se da más valor a repetir tareas comunes que a analizar si tienen sentido. Analizar palabras clave, publicar contenido, crear clústers, buscar enlaces… La lista es larga. Pero la gran mayoría de estas acciones nacen de una costumbre y no de una decisión de negocio.
En OCTOPUS llevo años ayudando a empresas de todos los tamaños a crecer en ventas usando SEO. Si hay algo que siempre repito, es esto: puedes tener años de experiencia, pero si piensas en automático, no avanzas.
No se trata solo de saber más ni de seguir modas.
Se trata de razonar diferente. De partir de problemas y caminos claros.
Por eso quiero compartir los tres formas de pensamiento para desarrollar una estrategia SEO que aplico para cada cliente y que han dado resultados, incluso para firmas multinacionales.
1. El truco de pensar al revés
No hablo de buscar la polémica. Se trata de usar la lógica para ver el otro lado del problema.
Usar el pensamiento inverso es simple: antes de buscar cómo lograr el éxito, pienso en qué puede hacer que la estrategia falle.
No es pesimismo. Es prevención. Esta forma de pensar la toman prestada muchos inversionistas de fama y matemáticos como Charlie Munger. La idea es que, antes de trabajar para ganar, evita perder.
¿Cómo lo aplico en SEO?
- Me pregunto qué cosas podrían hacer que mi plan de contenidos no sirva de nada.
- Cuestiono si estoy por aplicar ideas solo porque son “lo de siempre”.
- Verifico qué podría salir mal si ejecuto todo con prisa o usando entregables vacíos.
Imagina tener 40 artículos listos para publicar, pero ninguno responde de verdad a lo que el usuario busca. La estrategia se cae. Lo importante aquí como estratega SEO es pausar el impulso de producir de más y pensar si lo que estamos por publicar tiene sentido.
Preguntarse las cosas desde el otro lado incomoda, pero evita errores costosos que nadie más verá hasta que sea tarde.
2. Mirar más allá del primer resultado
Muchos piensan que una decisión buena hoy traerá solo resultados buenos mañana. No siempre funciona así. El principio del segundo orden sirve para anticipar problemas que no son visibles de inicio. Por ejemplo, tal vez decides crear 50 artículos en un trimestre. Todo parece ir bien con las palabras clave y el tráfico sube. Pero luego descubres que tus páginas de venta pierden fuerza porque ahora el blog compite con ellas.
Eso ocurre porque cada acción, aunque sea pequeña, tiene consecuencias.
El SEO nunca es una lista de tareas aisladas. Es un sistema interconectado.
Si veo que una decisión editorial de hoy puede bajar la conversión mañana, es mejor ajustar ahora. Siempre me pregunto:
- ¿Este nuevo contenido puede canibalizar algo que ya funciona?
- ¿Un cambio de diseño podría alterar cómo se interpreta el sitio?
- ¿El crecimiento del blog va a bloquear lo importante?
Dejar de ver cada ajuste como un hecho aislado ayuda a anticipar problemas y no solo reaccionar cuando ya es tarde. Eso hace la diferencia entre una estrategia que escala y una que se atasca con errores acumulados.
3. Pensar desde cero, no desde la costumbre
Muchas veces, las empresas mantienen blogs llenos de artículos que ya no tienen valor solo porque están ahí. Pero seguir sumando contenido sin analizar su función termina por convertirse en ruido y pérdida de tiempo. Aquí uso el principio de “primeros pasos” o “primeros principios”. Esta técnica viene de la filosofía y la física: desmonta todo hasta quedarte solo con lo más básico y después reconstruye.
Pongo un ejemplo real que vi con un cliente con más de 200 artículos. El blog traía visitas, pero nada de negocio. Analicé cada texto para ver si respondía preguntas como:
- ¿En qué ayuda este contenido?
- ¿Qué acción espera del usuario?
- ¿Quién da garantía de lo que se dice?
- ¿Por qué alguien confiaría en esta página?
Al depurar y reestructurar, el proyecto ganó orden y el tráfico que realmente vendía aumentó.
No siempre es publicar más.
Es analizar si lo existente cumple un propósito real. Si no puede responder esas preguntas, mejor eliminar o rehacer.
Formas de pensamiento para desarrollar una estrategia SEO: Todo empieza por cómo piensas
Una estrategia SEO verdadera no es una secuencia de pasos en SEMrush ni una lista de palabras clave.
Empieza con la forma en que ordenas tus ideas y cuestionas cada paso antes de ejecutarlo.
Pensar al revés, prever el efecto en cadena de tus decisiones y reconstruir todo desde la base han sido mis métodos más fiables desde hace más de diez años. Con estas 3 formas de pensamiento para desarrollar una estrategia SEO, he visto crecer ventas y tráfico de manera real y constante, sin depender solo de la moda o el pánico ante cada cambio de Google. Como agencia, en OCTOPUS nos hacemos estas preguntas siempre, a fin de no repetir los mismos errores ni quedarnos en hábitos viejos.
Así, antes de optimizar, de lanzar mil contenidos o de asumir que más siempre es mejor, mi primer trabajo es simple: pensar diferente.
Eso ha marcado la diferencia para nuestros clientes y puede hacerlo para tu marca.
