Antes de soñar con el #1 en Google, asegúrate de que al menos te pueda encontrar.

abril 11, 2025
Índice del contenido

Tu sitio quiere posicionarse. Lo ves claro: palabras clave, enlaces, autoridad, estrategia de contenidos. Pero antes de disparar ideas como francotirador digital… ¿ya revisaste si Google siquiera te ve?

Aquí es donde entra el Mínimo SEO Viable (mSEOv). Un concepto simple, pero brutalmente necesario: no puedes rankear lo que no se rastrea, no se indexa o no se entiende.

El mSEOv no es sexy. No te promete miles de visitas, ni aparece en presentaciones coloridas. Es como el sótano de una casa: nadie lo ve, pero si está mal hecho, todo lo demás se cae.

El SEO no empieza con ChatGPT, empieza con el sitemap.

Google no es un lector sensible. No intuye. No interpreta metáforas. Googlebot es un robot que sigue rutas, códigos y etiquetas. Si tu sitio es un laberinto con callejones sin salida, no importa que hayas escrito el mejor contenido del mundo: nadie lo va a leer.

Las tres capas del Mínimo SEO Viable

1. Rastreo: si no puede entrar, no hay juego

El rastreo es la capacidad de Google para acceder a tu sitio. Imagínalo como un repartidor que llega a una colonia cerrada: si el guardia no lo deja pasar, da igual cuántos paquetes tenga.

Aquí se define el acceso técnico básico:

  • robots.txt: le dice a Google qué puede y qué no puede rastrear. Un mal ajuste aquí puede bloquear secciones completas de tu sitio sin que te des cuenta.
  • Sitemap.xml: le da una lista clara de las páginas importantes, como si le dijeras “oye, empieza por aquí”.
  • Códigos de estado HTTP (200, 301, 404, 500…): son las señales de tránsito del rastreo. Si algo devuelve error, redirige mal o no carga, el rastreo se interrumpe.
  • Estructura interna de enlaces: un buen interlinking ayuda a que Google navegue como un GPS con instrucciones claras. Sin eso, se pierde.

¿Cómo saber si estás bien? usa herramientas como Screaming Frog, Ahrefs o Search Console. Y si ves muchas páginas no rastreadas o con errores… tienes trabajo pendiente.

2. Indexación: si no se guarda, no existe

Rastrear no es lo mismo que indexar. Google puede ver una página… y decidir ignorarla. ¿Por qué? Porque hay algo que no entiende, que lo confunde o que simplemente le parece irrelevante.

Aquí se define qué páginas entran al “catálogo” de Google:

  • Etiquetas meta robots (index/noindex): le dicen a Google si puede o no indexar una página. Un noindex mal puesto es un suicidio SEO.
  • Etiquetas canonical: indican cuál es la versión preferida de una página cuando hay duplicados. Si tienes dos URLs similares y no usas canonicals, Google puede dividir el valor entre ambas (y perderlo).
  • Contenido duplicado: no solo penaliza, también confunde. Google prefiere una única versión clara de cada contenido.
  • Etiquetas hreflang: esenciales si tienes versiones por idioma o país. Sin ellas, puedes indexar mal (y rankear peor).

¿Cómo saber si estás indexado? prueba en Google con site:tusitio.com. Si hay menos páginas de las que esperas, revisa si están bloqueadas, duplicadas o mal configuradas.

3. Posicionamiento: si no aporta valor, no sube

Una vez que Google puede rastrear e indexar tu sitio, empieza el juego del ranking. Aquí ya no hablamos de lo mínimo técnico, sino de experiencia, relevancia y calidad.

Aquí se decide quién gana en la página de resultados:

  • Core Web Vitals: Google quiere sitios rápidos, estables y fáciles de usar. Si tu sitio tarda 7 segundos en cargar en móvil, tu contenido podría ser épico… y aún así perder.
  • Arquitectura de la información: ¿tu contenido está organizado? ¿las páginas tienen jerarquía? ¿los títulos reflejan intención?, esto ayuda a Google (y al usuario) a entender y valorar tu sitio.
  • Contenido alineado a intención de búsqueda: no se trata de repetir keywords, sino de responder lo que el usuario realmente quiere. Eso es SEO moderno: entender, no solo optimizar.
  • Accesibilidad móvil: más del 60% de las búsquedas son en móvil. Si tu sitio es incómodo ahí, Google lo nota.

¿Cómo saber si estás posicionado? No solo se trata de aparecer en la SERP. Se trata de que tu contenido resuelva, conecte, retenga y convierta.

¿Por qué todo esto importa?

Porque el 90% de los sitios que se quejan de “no rankear” nunca hicieron esta chamba. Quieren correr un maratón sin haberse revisado las rodillas. Y así no se puede.

La verdad incómoda

No necesitas una estrategia SEO de 40 páginas si no tienes lo básico. Necesitas una auditoría honesta. Un checklist que diga: “esto sí, esto no, esto se rompe en móvil”. Y luego, lo más difícil de todo: resolverlo.

Hazlo antes de escribir el siguiente artículo. Antes de comprar otro plugin. Antes de publicar ese post que “seguro va a viralizarse”.

Porque sí, todos soñamos con aparecer en la primera página. Pero el algoritmo no perdona el descuido. Google no va a esperar a que termines tus pendientes técnicos para indexarte.

¿Quieres ayuda con ese mínimo SEO viable? Contáctanos si te urge estructura, claridad y resultados.

Alejandra Ortega - Ficha Autor
Alejandra Ortega
Quality & Productivity Director
Apasionada Especialista en Marketing Digital y SEO. Aspirante a Científico de Datos. Mi objetivo es inspirar y motivar a los equipos con los que trabajo, fomentando una cultura de excelencia, aprendizaje y colaboración para alcanzar el éxito conjunto.
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Alejandra Ortega

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