En SEO sobran métricas, pero pocas ayudan a tomar decisiones. Si medimos todo, no vemos nada. Yo prefiero medir poco, entenderlo bien y actuar sin perder tiempo.
Desde 2014 en OCTOPUS he visto de todo. Ecommerce con miles de visitas y cero ventas. B2B con poco tráfico y pipeline lleno. Con marcas como Rolex, Cartier, BenQ o VTEX aprendí algo claro: el KPI correcto cambia una estrategia completa.
Aquí te comparto los 10 KPIs que uso para guiar proyectos reales. Te explico cómo medirlos, qué significan y cómo mejorar. Sin humo, sin atajos y con foco en ingresos. Úsalos para alinear SEO con producto, ventas y finanzas.
Tu meta no es “posicionar”, es crecer. Estos KPIs te dicen si vas por buen camino, dónde ajustar y qué dejar de hacer. Vamos a medir lo que importa y a bajar a tierra cada decisión.
Tasa de rebote: ¿se van sin interactuar?
La tasa de rebote indica usuarios que entran y salen sin interactuar. En GA4 es el inverso de “sesiones con interacción”. No es una condena, es un síntoma. Si rebota alto, reviso tres cosas: intención, velocidad y diseño.
La intención manda. Si alguien busca “precio X” y ve un muro de texto, se va. Si busca “qué es X” y cae en una ficha de producto, también. Alinea cada página con una intención clara y única.
La velocidad pesa. Comprime imágenes, usa lazy load y cache del servidor. Quita scripts sin uso. Cada segundo perdido roba atención y ventas.
El diseño ayuda a decidir. Titulares claros, primer párrafo directo y CTAs visibles. Añade índice, bullets y resúmenes. Mide con GA4 scroll, clics y reproducción de vio. Un rebote alto en artículos muy informativos puede ser normal. El problema es cuando rebota una página donde esperas acción.
Tiempo en página y páginas por sesión: ¿tu contenido retiene?
Estas métricas muestran si el contenido aporta valor real. Más tiempo suele indicar interés. Más páginas por sesión puede indicar exploración o confusión. La clave es el contexto. Por eso las miro junto al objetivo de la página.
En guías largas, busco tiempo alto, scroll profundo y clics en enlaces internos. En fichas de producto, busco interacción con fotos, variantes y agregar al carrito. En páginas de servicio, busco clics en WhatsApp, teléfono o formulario.
Mejoro con tres acciones. Uno, estructura clara: subtítulos, resúmenes y ejemplos. Dos, enlaces internos útiles que respondan la siguiente pregunta del usuario. Tres, medios que sumen, no que estorben: videos cortos, tablas y comparativas.
Configura eventos en Google Tag Manager: scroll al 50%, clics en CTAs, acordeones abiertos y tabs. Con datos de interacción puedes separar “tiempo muerto” de “tiempo de valor”. Ahí está la diferencia entre entretener y vender.
Conversiones y tasa de conversión: ¿tu tráfico genera acciones?
Sin conversiones no hay negocio. Define conversiones macro y micro. Macro son ventas, leads calificados o reservas. Micro son descargas, suscripciones, clics a WhatsApp o añadir al carrito. Las dos importan, pero no valen lo mismo.
En GA4 crea eventos de conversión para cada acción clave. Usa parámetros para capturar valor, producto y paso del embudo. Etiqueta con UTM todas tus campañas. Así separas el aporte real del SEO frente a otras fuentes.
Optimiza con pruebas simples. Ajusta titulares, oferta, prueba social y CTAs. Quita campos de formularios. Reduce pasos de checkout. Mide impacto por landing y por consulta orgánica. La página que atrae tráfico no siempre debe cerrar. A veces guía a la página que sí convierte.
Evita perseguir volumen sin intención. Tráfico informativo puede nutrir, pero no siempre vende. Alinea contenidos con etapas del embudo y con una ruta clara hacia la acción.
Facturación y margen: ¿el SEO mejora tu rentabilidad?
El SEO debe impactar ingresos y margen, no solo clics. En ecommerce, activa medición de ingresos, impuestos, envíos y devoluciones en GA4. Revisa ingresos por fuente, por categoría y por página de entrada. En B2B, conecta CRM para cerrar el círculo desde lead hasta venta ganada.
Mide margen, no solo facturación. Dos páginas pueden vender lo mismo, pero con márgenes muy distintos. Da prioridad a categorías con margen alto y baja tasa de devolución. Ajusta contenidos, enlaces internos y enlaces externos hacia esas páginas.
Observa tasa de conversión por dispositivo, región y tipo de usuario. Identifica cuellos de botella en pagos, envíos y políticas. Pequeños cambios en fricción mejoran mucho el beneficio neto. SEO ayuda a traer la demanda. Tu sitio debe convertirla con costos sanos.
Reporta mes a mes ingresos atribuibles a SEO. Compara con PPC, email y referidos. Decide inversión por impacto real, no por impresiones.
Imagen de marca y notoriedad: ¿más gente te busca por tu nombre?
La marca reduce costo de adquisición y mejora la conversión. Mido búsquedas de marca en Search Console, tráfico directo, menciones y crecimiento de seguidores cualificados. Cuando suben las búsquedas de marca, sube el CTR y baja la sensibilidad al precio.
Acciones prácticas. Publica guías útiles firmadas por expertos. Participa en medios del sector con opiniones y casos. Consigue reseñas reales y testimonios con nombre y apellido. Refuerza tu ficha de negocio si tienes componente local, con categorías correctas y fotos recientes.
Construye temas alrededor de tu nombre. Páginas “Sobre nosotros”, casos de éxito y comparativas donde tu marca compita con alternativas. Monitorea “autocompletar” y “People Also Ask” con tu marca incluida. Si te buscan por nombre, estás ganando preferencia.
Usa Google Trends para ver tendencia y estacionalidad. No es vanidad. Es demanda directa que convierte mejor y sostiene caídas algorítmicas.
Cuota de tráfico SEO: ¿qué tan dependes de un canal?
Este KPI muestra el porcentaje de sesiones que vienen de SEO frente a otros canales. Si dependes casi solo de orgánico, vives al ritmo de una actualización. Si dependes poco, quizá estés desaprovechando demanda libre.
El objetivo es equilibrio. Define rangos sanos según tu modelo. Ecommerce defensivo puede vivir con una cuota alta si la marca es fuerte. Un SaaS nuevo necesita mezclar SEO con PPC, contenido y asociaciones.
Diversifica con email, referidos, social y alianzas. Repite a usuarios con remarketing y newsletter. Construye tráfico directo con marca y producto. Mide ingresos por canal y por cohorte de primer toque.
No te engañes con picos de SEO que no venden. Ajusta mix por rentabilidad, no por ego. Cuando el canal fluye, invierte en contenidos evergreen y actualizaciones. Cuando cae, la marca y el email sostienen las ventas.
Indexación de las páginas: si Google no te ve, no existes
La indexación define si tus páginas pueden competir. Revisa el informe de cobertura en Search Console cada semana. Compara URLs indexadas con tu sitemap y con un rastreo interno. Si hay brechas grandes, tienes un problema de rastreo o calidad.
Ordena tu casa técnica. Sitemap limpio, sin URLs 404, 301 o noindex. Robots.txt sin bloqueos que limiten secciones clave. Canónicos bien definidos. Pagina que no suma, mejor desindexada. Etiquetas, filtros y resultados sin valor solo diluyen presupuesto de rastreo.
Refuerza la arquitectura interna. Enlaza desde hubs fuertes a páginas nuevas y de oportunidad. Evita páginas huérfanas. Añade datos estructurados cuando aplique. Envía URLs nuevas a Search Console solo cuando estén listas.
Mide tiempo hasta indexación y tasa de aceptación. Si Google ignora tu contenido, revisa duplicidad, thin content y similitud entre plantillas. La calidad percibida decide.
Errores técnicos: salud del sitio y experiencia real
Los errores técnicos restan dinero cada día. Prioriza por impacto, no por volumen. Primero 5xx, 404 masivos, cadenas de redirección y problemas de móvil. Después Core Web Vitals, JavaScript que rompe contenido y problemas de rastreo.
Usa Search Console para ver errores y advertencias. Rastrea con Screaming Frog o una auditoría en tu suite favorita. Valida cambios en un entorno de pruebas. No lances fix sin medir.
Mejoras prácticas. Reduce tamaño de páginas. Implementa HTTP/2 y compresión Brotli. Carga diferida de imágenes y video. Sirve fuentes de manera local y con subset. Optimiza CLS con espacios reservados. Todo mejora la lectura y la tasa de conversión.
Si trabajas sitios multidioma, revisa hreflang y canónicos. Si tienes productos agotados, devuelve 200 con alternativas o 410 cuando sea correcto. Tecnología clara, negocio más estable.
Backlinks: autoridad real, no atajos
Los enlaces siguen contando, pero importa más su calidad que la cantidad. Mido dominios de referencia, relevancia temática, ubicación del enlace y anclas. Un enlace dentro del contenido, en un medio del sector, vale más que diez en perfiles sin tráfico.
Gana enlaces con contenido que resuelve problemas. Estudios con datos, comparativas honestas y recursos descargables. Haz relaciones con periodistas y creadores. Ofrece experiencias, no solo notas frías. Evita compras masivas y redes sospechosas.
Audita mensualmente enlaces nuevos y perdidos. Revisa picos extraños y patrones de anclas. Si detectas basura, intenta eliminar en origen antes de pensar en disavow. Normaliza la velocidad de enlaces para no levantar señales raras.
Pon enlaces hacia donde generan negocio. Guías que empujan a categorías rentables. Categorías que empujan a productos estrella. Enlace interno y externo deben remar hacia el mismo lado.
CTR orgánico: que te vean y elijan tu resultado
El CTR mide clics sobre impresiones en las SERP. Si es bajo, quizá el título no promete valor, la descripción no ayuda o compites con features llamativas. El CTR no vende solo, pero influye en tu oportunidad de tráfico.
Acciones para subirlo. Escribe títulos claros, con beneficio y términos que el usuario usa. Ajusta metas que completen el mensaje del título. Usa datos estructurados para destacar con reseñas, preguntas y eventos cuando aplique.
Evita el clickbait que traiciona la promesa. Genera clics y rebotes, y eso no ayuda. Revisa canibalizaciones: dos páginas peleando por la misma consulta dividen clics. Unifica o diferencia la intención.
Haz pruebas por lotes. Cambia 20 titles de una categoría y mide tres semanas. Compara con un grupo control. Esto te da señales claras sin ruido. Cuando una fórmula funciona, documenta y escala.
Lleva estos KPIs a tu tablero y decide con calma
Ahora toca operar. Crea un tablero simple con estos KPIs por tipo de página. Alinea metas trimestrales por ingreso, margen y cuota de canal. Define dueños claros para cada métrica. Sin dueño, no hay mejora.
Revisa semanalmente lo táctico y mensualmente lo estratégico. Cuando un KPI cae, busca causa y no síntomas. Cambia una cosa a la vez y mide el efecto. El progreso llega con iteraciones constantes, no con golpes de suerte.
En OCTOPUS trabajamos así desde 2014. Hemos visto cómo estos KPIs multiplican ingresos de 2 a 10 veces. Si necesitas una auditoría o un plan accionable, puedo ayudarte a armarlo. Lo importante es empezar con datos confiables y decisiones simples.
SEO no es una caja negra. Es disciplina, foco en el usuario y finanzas claras. Mide bien, decide mejor y deja que el crecimiento sea la prueba. Aquí tienes el mapa. El siguiente paso es tuyo.